¿Sabrías modificar la dificultad de una tarea modificando solo un aspecto de esta? La habilidad para crear ejercicios de entrenamiento adecuados es una de las cualidades esenciales que debe tener cualquier entrenador. La selección de las tareas a trabajar influirá en el aprendizaje de los jugadores, determinando en parte los temas a tratar y eligiendo la metodología más apropiada.

En el blog de hoy vamos a aprender cuales son las principales variables en el diseño de tareas de entrenamiento, para entender qué podemos hacer como entrenadores para ayudar a progresar a nuestros jugadores y mejorar el rendimiento de nuestro equipo.

Como entrenadores, raramente tenemos la oportunidad de trabajar con un grupo de jugadores con un historial de seguimiento, lo que nos permite conocer su nivel de desarrollo y el progreso individual de cada uno.

La tarea es la principal herramienta para llegar al jugador y modificar su comportamiento, cambiar sus patrones motrices, cognitivos, condicionales, etc. La tarea es la clave para influir en la motricidad del jugador. Es difícil encontrar el nivel adecuado de ejercicios para nuestros jugadores debido a que provienen de diferentes entornos y tienen diferentes habilidades motrices, por lo que pueden tener dificultades para resolver las tareas propuestas.

Ajustar el nivel de dificultad de la tarea a las habilidades del jugador es crucial para mantener su motivación, mientras que una tarea con un nivel de dificultad inadecuado puede tener el efecto contrario. En general, a los jugadores les gusta hacer lo que saben hacer (o lo que creen que saben hacer).

A continuación, presentamos una serie de tips sobre los aspectos más relevantes que afectan directa o intrínsecamente a la tarea y que tienen un impacto en su calidad y en los objetivos que establezcamos.

Espacio

• Si hay falta de espacio en relación con el número de jugadores en una actividad, esta tendrá un resultado de inactividad.
• Utilizar marcas visuales claras para ayudar a identificar el campo de juego y evitar errores.
• Aprovechar al máximo el espacio disponible para maximizar el tiempo de práctica.
• Actividades con una gran cantidad de jugadores son percibidas como más intensas debido al contacto físico y al esfuerzo muscular.
• Actividades con menos jugadores requieren un esfuerzo aeróbico más alto.
• Cuando se busque mejorar la táctica, es recomendable usar el espacio de forma compartida para crear situaciones de interferencia que aumenten las demandas cognitivas y de toma de decisiones.

Tiempo

• Establecer metas para sacar el máximo provecho del tiempo disponible.
• Ajustar el tiempo para aumentar la dificultad de la toma de decisiones en función del nivel del equipo.
• Establecer un período de tiempo más prolongado cuando se enfrenten a una tarea nueva, para dar tiempo a los jugadores para comprender cómo deben organizarse.
• Evitar dedicar demasiado tiempo a correcciones masivas durante la tarea; proporcionar información adecuada al principio para evitar errores; cuando el feedback sea concurrente, evitar las pausas y aprovechar el momento de la rotación.

Jugadores

• Utilizar conocimientos y experiencias previas adquiridos.
• Tener en cuenta los intereses y motivaciones de los jugadores.
• Diseñar condiciones de entrenamiento que promuevan el desarrollo de habilidades psicológicas.
• Diseñar la tarea con un enfoque competitivo o de juego, según las características del equipo.
• Hay que asegurar que el nivel de dificultad de la tarea en sus aspectos técnicos, tácticos y de ejecución está alineado con las habilidades y necesidades de formación de los jugadores.
• Tener en cuenta las características físicas de los jugadores y adaptar la tarea para estimular su desarrollo físico natural.
• Incorporar la finalización en la tarea siempre que sea posible, manteniendo la esencia del juego real.
• Jugar con el nivel de dificultad para aumentar o disminuir el nivel de desafío.

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